Marina Planas

Panel de imágenes compuesto por: 19 postales de hoteles tamaño postal, imagen Mohamed 42cm x 59cm y listado de hoteles con nombres a referencias al mundo oriental. 

 

La localización del Archivo Planas, situado en las Islas Baleares, un archipiélago ubicado entre las costas de Europa y de África se convierte en un aspecto esencial de este trabajo. El proyecto que se presenta como a parte de la exposición “Sobre la fragilidad del estado previo” y reflexiona precisamente sobre los diálogos, o la su ausencia, entre los dos continentes tomando el anarchivismo y la exótica turística como punto de partida. 

 

Aunque los turistas que temporalmente residían en los hoteles de estas postales venían del norte de Europa, los edificios tienen nombres que hacen referencia al mundo árabe. ¿Es la situación fronteriza de las islas, o los tránsitos y las migraciones por el Mediterráneo, o quizás las invasiones del pasado el motivo por el cual se hace referencia al imaginario colectivo de aquello que consideramos oriente? La imagen de Mohamed sugiere algo que va mucho más allá. Esta imagen forma parte de las postales que promocionaban la idea de Mallorca como un lugar exótico. Mientras que los habitantes de la isla ni sabían de la existencia de este animal, durante décadas, el dromedario Mohamed posaba, paciente y confuso, como atracción para los turistas de la Playa de Palma. El éxito de Mohamed fue tal, que en el año 1967 su imagen voló en forma de postal por casi toda Europa en más de 13.000 ocasiones. A pesar del éxito, el destino de Mohamed fue muy diferente. Debido a la despreocupación de su propietario falangista, el animal murió después de ingerir altas dosis de hierbas Tunnel en el bar “Es Club”, de Consell, un pueblo en el interior de la isla.

                        

Carmelo Vega, en Lógicas turísticas del turismo explica como los primeros fotógrafos viajeros fueron los catalogadores de lugares, individuos y objetos lejanos, reduciendo todo aquello que descubrían a un estereotipo, construyendo así un mapamundi exótico, un museo imaginario, el gran archivo del “otro”. La fotografía de viaje pasa a ser un dispositivo icónico de atracción hacia lo desconocido, un artefacto para seducir, una mercancía determinista y eurocéntrica. Es precisamente aquí donde yace el misterio de la postal de Mohamed. ¿Por qué un dromedario y no un burro, un porc negre, unas payesas, la flor de almendro, las naranjas o el frito mallorquín? Mohamed no era un estereotipo, ni una tipología de identidad mallorquina, de hecho, era un pobre animal descontextualizado de su entorno, separado de su especie, utilizado y mercantilizado como a atracción turística generando una ficción orientalista y premonitoria de la experiencia viajera. Una idea del viaje basada en lo que  la pensadora feminista y ecologista Donna Haraway describe como el Antropoceno, o la era donde el hombre (God-like Anthropos) actúa como el dominador de todas las especies que viven en el planeta. Un planeta que es constantemente transformado y destruido a través de la hyper-actividad humana. 

Tanto los hoteles, como Mohamed se nos aparecen, en esta instalación, descontextualizados, haciendo desaparecer el territorio y el ecosistema que los envuelve para reflejar el menosprecio hacia el entorno y la deificación de las construcciones del hombre. La lista de hoteles hace referencia a sus nombres utilizando el exotismo como sistema de atracción turística: Hotel Saïd y el Marito, Hotel Sahara, Hotel Casablanca, Hotel el Nilo, son algunos de los hoteles que se pueden observar en esta selección, mientras el dromedario los observa ansioso desde su exilio. Mohamed, es, sin duda, otro de los despropósitos del turismo, el maltrato de un animal al servicio del ocio irresponsables del viajero.